Existen personajes en los libros tan reales que saltan de las páginas escritas para acompañar a los lectores formando parte de su memoria. Eso me pasa a mi con Juanín, un chiquillo salido de la imaginación de Belén Pérez Daza para su novela juvenil, La bella escondida. Un viaje en el tiempo.
Este pequeño actor literario, dibujado por Francisco Asensio, es el hilo conductor de una aventura que sucede en un siglo anterior. Tiene chispa, es ingenioso, noble, y cumple con diligencia, muy a su manera, todas las tareas encomendadas. Desde su perspectiva de sirviente de una casa señorial nos muestra la cotidianidad de una época histórica relevante. Chocolate, como lo apoda su familia de acogida, inspira ternura y posee la inteligencia suficiente para sobrevivir a su propio destino.
Se que Juanín, Chocolate, es un invento, pero hoy día de San Juan me he acordado de él como de otros familiares que celebran su santo.
¿Me estaré haciendo vieja?
Gracias, Ana, qué bonito.
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